101. (Después, José invocó a su Señor diciendo:) «¡Señor!, me has concedido poder y me has enseñado la interpretación de los sueños. ¡Creador de los cielos y de la tierra!, Tú eres mi protector en esta vida y en la otra; haz que muera sometido a Ti y reúneme (en la otra vida) con los rectos y virtuosos».