110. Y cuando los mensajeros perdieron toda esperanza (de que sus respectivos pueblos creyeran) y pensaron que (los creyentes que los seguían) empezaban a dudar sobre la veracidad de sus palabras,llegó Nuestra ayuda ysalvamos a quienes quisimos; y los pecadoresidólatras no pueden evitar que Nuestro castigo se abata sobre ellos.