86. Cuando llegó a donde se pone el sol (al punto más lejano de la tierra en dirección al occidente), encontró que este(parecía) ocultarse (en el horizonte) en unas oscuras aguas cenagosas, y junto a ellas descubrió a un pueblo (incrédulo). Le inspiramos: «¡Oh, Dhul Qarnain!, o bien los castigas o bien adoptas con ellos una medida benévola».